En la mañana del 4 de julio de 2025, se celebró en el municipio de La Orotava (Tenerife) un emotivo acto de homenaje al Guardia Civil de Tráfico Don José Antonio Álvarez Maroto, fallecido en acto de servicio en la isla el 4 de julio de 1965.
El acto fue
presidido por el Teniente Coronel Jefe del Sector de Tráfico de Canarias Jesús
Ángel Hernández Torrego, quien tuvo la deferencia de invitar a todos los
veteranos del Cuerpo, así como a personal en activo que desease acompañar, y a
representantes de agrupaciones moteras, como Ángeles Verdes, Caballeros del
Asfalto y la Agrupación Motorista V-CAE. Entre los asistentes, destacó la
presencia del Delegado de RAGCE en Tenerife, quien también ostenta la
representación de la Agrupación Motorista V-CAE en la isla.
La historia
del joven guardia civil homenajeado, con tan solo 22 años y destinado en la
isla sin familiares cercanos, conmovió profundamente a todos los presentes.
Natural de Salamanca, sus únicos apoyos durante su estancia en Tenerife fueron
sus compañeros del Destacamento de Tráfico de Santa Cruz. En su funeral, según
relataron testigos de la época, solo estuvo presente su madre, ya mayor,
vestida de negro. Actualmente, se desconoce si queda algún familiar directo.
Gracias a las
gestiones realizadas por el Delegado de RAGCE en Tenerife, pudieron asistir al
acto dos compañeros retirados que sirvieron junto a Álvarez Maroto: Don Manuel
Llamazares Fernández, de 82 años, y Don Antonio Herrero Andreu, de edad
similar, quienes compartieron emocionados sus recuerdos ante el Jefe del
Sector. Ambos fueron trasladados al lugar del homenaje por sus familiares y
compañeros del Subsector de Tráfico, respectivamente.
Durante su
intervención, el Teniente Coronel Hernández Torrego recordó que este joven
guardia civil fue el primer motorista de la Agrupación fallecido en acto de
servicio en Canarias. Subrayó que hoy forma parte del "Destacamento de
Tráfico en el Cielo", junto a otros 299 compañeros fallecidos desde 1959,
y destacó que este homenaje se realiza 60 años después de su muerte, tras
décadas de olvido.
En el mismo
lugar donde ocurrió el trágico suceso, sus compañeros de entonces erigieron una
pequeña capilla conmemorativa, que durante unos cuarenta años fue cuidada por
una vecina del lugar ya fallecida. Gracias al esfuerzo de los guardias civiles
motoristas José Luis Gamo Meléndez y Carlos Pérez, la capilla fue restaurada
recientemente, quedando en perfectas condiciones para este sentido acto.
El homenaje
concluyó con un gesto de generosidad por parte del Sr. Rafael, propietario de
la cafetería "Mi Niño", situada junto a la capilla, quien ofreció un
refrigerio a todos los asistentes, mostrando así su agradecimiento y apoyo al
recuerdo de los que dieron su vida por servir.
Desde RAGCE nos sentimos profundamente honrados de haber formado parte de este acto de justicia histórica, homenajeando a un compañero que, aunque cayó en el olvido durante años, siempre permanecerá en la memoria colectiva de la Guardia Civil.
Fuente: www.tribunabenemerita.es